Pequeñas Grandes Galaxias y más allá...

Bueno, pues el otro día jugamos a Pequeñas grandes Galaxias y os explico un poco...

Empezamos nuestra pequeña gran quedada. Ya conocía la leyenda de que a 5 jugadores era lento y tedioso, pero la partida fue muy rápida. La opción de seguir a los demás fuera de tu turno hace que el tiempo de juego de los jugadores no activos se vuelva muy interesante, ansiosos por ampliar acciones y seguir cada paso o activar planetas.

Me asusté un poco cuando oí la voz de que la opción de aumentar cultura siguiendo acciones rompía el juego, pero por suerte, aunque hasta tres jugadores optaron por mantenerla arriba, ganó el que casi ni la usó. Menos mal, porque el juego me gusta mucho, para lo pequeño que es.

Albert, un piloto excelente, pero seguramente afectado por un desengaño amoroso se dedicó a expulsar a todos de diversos planetas, y apenas consiguió puntos. (Un abrazo desde aquí, amigo). Pau optimizó su juego como siempre, y aunque no ganó, se convirtió en un duro rival, de adamantium, diría, pero no invencible. No sé cómo lo hace para encontrar la jugada óptima entre todas de forma clara. Oriol siempre sorprende con sus estrategias y su póker face te despista constantemente. Aquí no le funcionó quizás por la radiación gamma ambiental, pero casi nunca lo ves venir. Y queda Lluís, ejemplo de jugador que se marca un objetivo y no se desvía de la línea ni un pelo de piojo de asteroide, aunque rascarse tanto le distrajo mucho.

 

La múltiple gestión de la tirada que hace que casi puedas escoger cada resultado, la estrategia de colonizar o usar ventajas de planetas, el robo de recursos y la lucha con los demás, la progresión de tu imperio, todo bien comprimido pero medido y portable hace que sea un buen juego y mejor persona.

 Todavía tengo que jugar al PG reinos, que parece más feo que una larva de xenomorfo, a ver si lo hacemos y acabamos la serie.

Hasta la próxima partida!
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