Bueno, pues ayer jugamos a Juego de tronos, y os explico un poco...
-“Poseer el trono
de hierro no es fácil”-, me dijo Cersei mientras cenábamos, -“has jugado bien
tus cartas”. Una partida a 4 jugadores de juego de tronos con la expansión festín
de cuervos nos dejó buena impresión, la expansión mejora el juego original sin
duda. Palabra de Lannister.
Juego de tronos, tiene
una gran base temática. Pero implementa mecánicas variadas para convertirlo en
un gran juego de guerra. Son importantes el movimiento y control de áreas, pero
también la gestión de mano y una cierta habilidad en la negociación (y el
faroleo, porque no?). También tiene un par de fases de subasta y la planificación
de acciones es simultánea, lo que da lugar a grandes sorpresas al revelar las
apuestas y los movimientos inesperados.
Uno de los
defectos que le achacan al juego Juego de tronos, es que a 4 jugadores la casa
Baratheon tenía mucha ventaja. El mapa y las casas son las que son, así como su
despliegue inicial según la historia, y eso condicionaba el arranque de juego dejándolo
descompensado. Sólo era buen juego a 6 jugadores y con un tiempo de partida
largo.
Según pude ver en
nuestra partida, el nuevo sistema de objetivos hace el juego muy divertido, ya
que las estrategias de los jugadores no son tan previsibles. Por lo que tengo
entendido, en el juego base, el control de fortalezas era la base para puntuar,
y eso cambia totalmente ahora, volviendo la partida más dinámica y con más peso
de la negociación y la estrategia.
Os recomiendo
jugar siempre con la expansión, tiene mucha más salsa y reduce e intensifica la
partida. Son sólo unas 60 cartas, pero creo que vale la pena.
Empecé dominando
el nido de águilas como la casa Arryn, y con un personaje como Meñique en mi
mano, ya vi clara mi estrategia: La influencia. Después de unos encontronazos
en el campo de batalla con los Lannister
sobre derechos de paso en ríos, establecimos una tregua temporal, lo que me dio
unos turnos de paz por el sur. Negociando con los Stark les garanticé paso
desde el norte lo que me obligó a cambiar de objetivos para no romper acuerdos.
Mis pactos me obligaron a salir al mar, donde no tuve más remedio que hundir
algún barco de los Baratheon. No puedes pactar con todos. Intenté mantener la influencia
siempre alta, lo que me permitió dio seguridad cuando a los salvajes les daba
por hacer incursiones. Fue eso lo que me permitió hacerme con la espada, los
cuervos, y el trono de hierro y dedicarme a finalizar mis objetivos en un
último turno muy emocionante, pues los Stark sospechando de mis planes me
atacaron desde el norte, y los Baratheon y los Lannister rodearon Nido de Águilas.
Pero cuando miraron hacia la cumbre, Meñique ya estaba lejos, sentado en el
Trono de Hierro.
Buen juego, y
gran partida donde hubo de todo: Tema, engaños, risas, dolor, batallas,
estrategia, sorpresas y emoción hasta el último minuto. Sólo un pequeño
consejo para los aspirantes al trono: centraos en vuestros objetivos de manera
que cada batalla, cada alianza, cada influencia que hagáis, os acerque a
cumplir algo cada turno y así vuestro camino será más fácil.
Voy a invitar a
los líderes de todas las casas a una fiesta en Nido de Águilas, donde os
enseñaré el pozo de la luna en privado y por turnos, que es una cosa muy bonita
de verla. Aforo limitado.
Hasta la próxima!
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