"La Era de Conan", para esas tardes Barbaras

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Entre las eras en la que los océanos sumergieron Atlantis y el alzamiento de los hijos de Aryas, hubo una época increíble en la que Conan estaba destinado a portar la enjoyada corona de Aquilonia sobre su turbada frente. Yo soy su cronista, el único que os puede contar su saga. Dejad que os narre los días en los que se vivió grandes aventuras.

¡Crom! Soy un gran fan de Conan, la obra Pulp de Robert Howard. Con más de 75 años de historia, las aventuras del Bárbaro Cimmerio siguen entusiasmando al público que tiene la oportunidad de conocerlo, y quitando aberraciones como la película de Momoa (¡Por Mitra que es una basura!) todo material basado en su obra me flipa.

Así que os voy a hablar por encima de La Era de Conan, un juego en manos de Devir en castellano, al cual, aprovechando que eramos poquitos, pudimos echar una partida a tres después del curro hace un par de días.

Ficha BGG

La Era de Conan es un juego de 2 a 4 personas, el cual solo recomiendo de 3-4. Es un juego "largo", si los jugadores saben jugar, y no sufren mucha análisis parálisis, puede tomar entre dos o tres horas la partida, disparándose hasta seis horas con según que grupos de juego. Requiere una tarde, pero si te gusta el tema, recompensa con mucha diversión.

El juego es "tipo Risk", aunque al que más se parece es a la Guerra del anillo, pues es de los mismos creadores y bebe de algunas de sus mecánicas. Cada jugador encarna a una de las grandes naciones del continente de Hyboria, seguro que os suenan, Aquilonia, Turan, Estigia o Hyperborea, y durante las eras en las que esta dividida la partida, deberéis llevar a vuestros ejércitos a la guerra, enviar emisarios a forjar alianzas con otros territorios y por supuesto, pujar por el control del Bárbaro, el cual viaja por el mundo completando aventuras y vendiendo su espada a Imperios, Rebeldes, Piratas o Ladrones por igual.

Conan de paseo por Hyboria Central

Como he comentado antes, la partida esta dividida en tres eras, y en cada una, Conan vivirá cuatro aventuras al azar, durante las cuales, los jugadores intentan influenciarlo usando cartas, marcadores de puja y blablablaba, no pienso profundizar en reglas, así que ya os las leéis vosotros. En definitiva, el control de Conan afecta a la partida dándole un toque muy divertido, pues Conan puede desde saquear tierras castigando con puntos negativos a otros jugadores, luchar en los ejércitos aportando su pericia como general o simplemente realizando sus gestas para ganar marcadores de aventura (tres tipos, de tesoro, monstruos o mujeres), que serán puntos extra al final del juego, e incluso, si te vez capaz, intentar coronar a Conan como rey de tu nación (y conseguir una gran cantidad de puntos extra) o fallar en el intento y ser eliminado.

Las acciones son las clásicas, mover ejércitos, pegarse, robar/jugar cartas, etc.., pero no puedes hacer lo quieres siempre que quieras, pues existe una pila de acciones generada al azar a partir de un conjunto de dados que se van tirando cada vez que se agotan, los cuales determinan lo que se pude hacer esa ronda. Al escoger un dado lo resuelves y lo retiras, por lo que puedes afectar activamente a los jugadores contrarios bloqueando acciones además del clásico sopapo. Esto os sonará bastante si habéis jugado a la Guerra del Anillo.

Fin de la primera Era

Todo tipo de enfrentamiento es lanzando dados, recibes bonos por bastantes cosas, por cartas que juegues, por apoyos, por unidades, por Conan. Toda tirada es influenciables con cartas o con el uso de contadores de magia, así que si tienes mala suerte hay bastantes herramientas con que amortiguarla.

Bonos y habilidades se ganan mediante cartas, o bien sean del mazo de táctica (temporales) o de tu baraja exclusiva de reino (de los cuales hay muchos bonos permanentes o recursivos), la que hace que cada nación sea diferente con cosas como desde una carga de jinetes de Potain Aquilonios o algún brujo estigio adorador de Seth toca narices.

Fin de la Segunda Era, o conocida como la gran Guerra entre Turan e Hiperborea (vaya pique)

Entre eras recibes puntos por cumplir objetivos y dinero que gastar en nuevas tropas o cartas extras, además de optar a controlar los grandes objetos mágicos (¿qué cuales son?, ¡juega!). A mi esto no me termina de molar mucho, prefiero que el juego no este dividido en eras y el fluir de las cosas sea más natural, que no haya un parón repentino y ¡plof! aparezcan unidades como setas, pero no es una mala mecánica para simplificar y no saturar de opciones a los jugadores.

Hay un montón de componentes, mazo de tácticas (para pujas y combates), mazo de reino (tu mazo especial), las tropas (que son todas iguales en reglas pero cada nación tiene una miniatura diferente), los emisarios, Conan, objetos mágicos, el pedazo tablero con todo lujo de detalles, la miniatura de Conan, los marcadores de aventuras, magia, Crom, el dinero, dados, cartas, dados, CARTAS, DADOS y a pesar de todas estas cosas el juego no es difícil de aprender y la mesa se monta muy rápido.

Fin de la tercera Era, la victoria es de Aquilonia tras coronar a Conan como rey

Al final de la partida, sea porque se termina la última aventura o porque alguien ha intentado poner la corona a Conan (con éxito o no), se suman todos los puntos que has ido acumulando (objetivos y conquistas), por tus territorios y por ser el mejor entre los diferentes contadores, ¡CROM CUENTA LOS MUERTOS! (o cuantas veces le has partido la cara a tus adversarios), riqueza, el mejor en los diferentes marcadores de aventuras y los posibles puntos extra por coronar a Conan como rey.

Conan Rey de Aquilonia, rodeado de los tesoros que le otorgaron su reinado

En definitiva aunque no es un juego 10, es muy divertido si te sientes belicoso una tarde, Mitra ayude a tus débiles enemigos, porque Crom, ese viejo loco sentado en su trono en el Valhala, no ayuda a nadie y se ríe de los débiles. 

En breve tendré la expansión del juego, la cual solo esta en inglés (una pena), pero ya la abriré y colgaré alguna foto por si estáis interesados en saber que cosas nuevas aporta.

¡Nos vemos en los salones de Crom con una cerveza en alto!

¡CROOOOOOOOOM!