Bueno, pues ayer jugamos a Tokaido, y os explico un poco...
Recorrer la ruta
de Tokio a Kioto en un Japón ancestral disfrutando del viaje. Ese es el tema de
nuestro Tokaido. Durante el camino debemos observar paisajes y conocer
personajes, bañarnos en las termas, comprar recuerdos y exquisitos manjares, y
pasar por templos y granjas. Todo ello conformará el set-collection que nos
dará los puntos de victoria necesarios para ganar.
Cada viajero
escogerá un personaje con alguna habilidad especial (no pagar en las posadas,
obtener recuerdos gratis…) y empezará el recorrido. El jugador que va último en
el camino, moverá su personaje hasta que ya no lo sea, pasando el turno al
jugador que esté ahora en última posición. Debemos planificar nuestros pasos
para obtener los mejores puntos de cada estación, bloqueando a nuestros
oponentes e intentando sacar partido de nuestro poder especial. A veces,
deberemos dar turnos a los demás para obtener un beneficio que necesitamos, y
otras no necesitamos nada de esa localización, pero debemos impedir que los
demás la utilicen.
El diseño y la
partida son muy zen, minimalistas, y la banda sonora que un buen amigo me dejó,
es genial (corresponde a la versión de luxe, creo). Jugamos una partida con
flautas japonesas de fondo, incluso solté algún proverbio, pero mi familia me
dijo que eso ya era pasarse, que me tranquilizara y jugara. Es que a veces son
más fríos que los Otros en el Muro.
A Núria (la
Geisha) el recuerdo más barato le sale gratis, así que se dedicó a intentar
llegar antes que nadie a las tiendas para hacer colecciones, parando en los
paisajes para completar. Necesitaba dinero, así que tenía que optimizar sus
pasos. Pau eligió el Artista, en posadas
conseguía una carta de paisaje, así que apostó por los más complicados,
enseguida tropezó con la Geisha que le intentó bloquear, así que respondió
pisándole las tiendas. Alba jugó con el Mensajero, que al llegar a las posadas,
coge y aplica una carta de encuentro, así que viendo las peleas en las tiendas,
se dedicó a templos y a pisar paisajes a los demás. Hacer daño a dos es mejor
que a uno solo. Yo utilicé al funcionario, que en cada encuentro coge dos y elige el mejor,
mucha ventaja en encuentros, y complementó con termas, que al parecer nadie
apreció.
Ese fue el inicio
de la partida, y aunque en familia somos pocos y nos conocemos mucho, la
partida gustó y tuvo una rivalidad constante. Muy bien. Sin embargo, otro día jugué
con Alberto, un buen chaval pero a veces malo como funcionario sin desayunar, y
convirtió el juego en algo tan emocionante como un choque de caracoles. Es curioso.
Tokaido es un juego exquisito en diseño, y sencillo de reglas, apto para introducir a gente nueva, como para ver cómo se desenvuelven los “expertos”. He probado la expansión Crossroads, que aumenta las decisiones en cada localización y le agrega complejidad y personajes. Muy recomendable.
Quizás sea esa
sencillez de normas y la facilidad de juego la que ha hecho que aparezcan algunas
opiniones del tipo “es demasiado sencillo”, “le falta complejidad”, como mi
cuñado, que es un Hater que todo lo que no dure dos horas, no vale la pena. Tenéis
que perdonarle, es de esa gente que abre la boca y se escapa el feng shui.
Briconsejos Zen para
el caminante:
Márcate un objetivo y síguelo. Recuerdos, templos, paisajes, lo que sea.
Invariablemente durante el camino habrá un sitio descuidado por todos. Ese no
tendrá competencia. “Quien no pone atención, toma la sopa con tenedor.”
La habilidad de tu
personaje es tu poder especial. No aprovecharlo es empezar a perder. “Gato
dormido no caza ratones.”
Mira que
colecciones hacen tus rivales, y písales siempre que puedas. Restar puntos a
los otros es sumarlos tú. “Si tu presa camina en la nieve, podrás predecir su
siguiente paso.”
No es necesario
calcular donde irá cada uno y restarlo de los sitios posibles que quedaran, Observa
mejor sus intenciones, para valorar tu mejor camino. No quieras abarcarlo todo.
“Todos tus Kimonos no se pueden colocar
en el mismo colgador.”
Hasta la próxima partida!
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